EL BOLSO QUE NO ERA UN BOLSO

Le estoy sacando todo el jugo a algunas de las telas que compré en las rebajas. Estas las compré porque me gustaron la tela y el precio, pero no tenía pensado nada en concreto para hacer con ellas. Son completamente distintas entre sí en cuanto a textura , estampado y color, por eso me gusta el resultado.

Una es gris... no sabría decir que tono de gris, ¿con grís oscuro vale?. Pués eso gris oscuro y la textura es fuerte con la trama de hilos muy gorditos y cálida al tacto. La otra es una especie de shantung en tonos entre malvas-rosados y grises haciendo rayas. Es muy escurridiza, el contrapunto ideal para la gris.

Me parecieron las ideales cuando mi hija me pidió un bolso. Bueno en concreto lo que me pidió fué:

- Mamá, ¿tú me puedes hacer...(ella siempre comienza así sus peticiones) un bolso pero que no sea un bolso? Que yo no lo tenga que coger, ¿entiendes?

 Haber como me como yo esto: "un bolso que no sea un bolso" ¿?  Como no tengo ni idea de qué és lo que quiere, comienzo el interrogatorio:

1ª pregunta: ¿Tú para que lo quieres?

                   _ Para el cole.

2ª pregunta: ¿Qué quieres llevar en "el bolso que no es un bolso"?

                   _ El almuerzo.

                   _ Entonces tu lo que quieres es una bolsa de merienda....

                   _ No mamá, un bolso que no sea un bolso para llevar a las excursiones, y que no tenga que     

                      llevarlo en la mano.

Esto es una adivinanza "o qué é lo qué é"? Yo cabilando, cabilando le digo...

                   _Tú lo que quieres es una bandolera.

                   _ Una qué?

                   _Una bandolera. Un bolso que lleva el asa muuuuuuu larga para cruzarselo por el pecho y no                      tener que llevarlo de la mano.

                   _ Sí, eso que tú has dicho es. ¡Ah mamá!, ¿ y también me puedes hacer una bolsa de merienda

                    que no parezca una bolsa de merienda de los niños pequeños?

Yo para qué le mencionaría las bolsas de merienda...? ¡y que no parezca de niños pequeños!. Es muy comprensible teniendo en cuenta que ella ya tiene casi 8 años. Vaya retos tener las necesidades logísticas-escolares de mi hija cubiertas. Ahora, os digo una cosa; el resultado le ha encantado, creo que he aprobado con nota. La bandolera (ella nunca se acuerda del nombre)  era para las excursiones pero no se la quita de encima, allí lleva sus lápices de dibujo o las Polly. Y la bolsa de la merienda me gusta hasta a mí. Me recuerda a los petates de los militares, como se mantiene de pie....

Y bueno, deciros que he acabado con toda la tela grís y rosada que compré. Así que tendré que ir a por más porque me pasa lo de siempre: que he hecho bolsos para toda la family menos para mí.

Esta es la bandolera, con su Pepi, por supuesto.

La bolsa de merienda. Es la misma tela pero se vé de otro tono.

Va forradita totalmente.



Me encanta, se mantiene de pie.



Iba a ponerle asitas a la bolsa de merienda, pero la propietaria no quiere.

Otro días os pongo las fotos del resto de los bolso que sí son bolsos. Y como hoy la cosa vá de bolsos, y mi sobrinote no podía quedarse sin el suyo, aquí está el que le he hecho para cuando vaya a la guarde y necesite meter su pañal de repuesto y sus toallitas. Y sí hermana, sí... te voy a hacer  un bolso mu chulo para el veranito. Estoy perfilando ideas.



Este es el de mí sobrinillo.



Hoy he estado un poco pesada ¿no? Bueno otro día hablas tu (como dice Sabina) Feliz fin de semana y besos.