Se terminó el veranito, y además de golpe, sin anestesia. En la misma semana, y casi de un día para otro, hemos pasado de los 42 grados!!! a los 22 en un pispas.
Hoy tocó limpiar el huerto: recoger las últimas calabazas y retirar las plantas que ya estaban secas. Esas plantas servirán ahora para hacer compot y enriquecer el suelo. Las calabazas servirán para realizar centros de mesa muy otoñales con unas y ricos bizcochos con otras. Las hay de 17 variedades distintas. De momento he empezado con estas...
Cuanto he disfrutado cultivándolas.
Los botecitos de los guisantes. Víctimas ideales para mis ataques de manualidades. |
Las semillas de estas llegaron desde el Líbano y para ser un lugar donde escasea el agua no parece que estas estén muy reñidas con ella en vista de cómo se han puesto. Costó trabajito cogerlas! |
Pensando que ya no quedaban por recoger nada más que las grandotas del Líbano... y mira cuanta rezagada. |
El huerto, con los restos de las plantas ya amontonados. A alguna plantita le he dado un tiempo extra, aún traen calabazitas. |
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