Llegó el momento que estaba esperando. El momento de recoger la cosecha de calabazas. Después de un verano tan seco como el que hemos pasado hubo días que pensé que se morirían las plantas. Las calabazas necesitan mucha agua, ya sabéis. Pero han sobrevivido con los riegos esporádicos que les hemos dado. Es emocionante ver como cada una es diferente a la anterior. Y ahora a disfrutar haciendo cajitas.
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