martes, 24 de mayo de 2016

EXUBERANCIA.

I

Han sido varias las semanas que han pasado sin visitar el huerto. Sorprendente sería la palabra. Resulta que hay coles y el brócoli sigue saliendo. Las fresas se han desatado pero como a llovido tanto muchas de ellas se han podrido al estar en contacto con la tierra. Por eso me he pasado la mañana ideando un modo de evitar que estén en contacto con la tierra. Con unos sacos viejos que había por el almacén me he apañado.

El señor segador ha tenido que emplearse a fondo. Tenemos la finca que parece una selva. Pero a mi me encanta. Estamos pensando en comprar un par de burritos y tenerlos por aquí, comiendo de todo este pasto que vamos a almacenar. Es mi época del año favorita. Hay vida por todos lados. Hasta la hierba más fea del mundo presume de flores.





El arco de entrada está desmelenao. Habrá que cortarle el pelo.  Hay faena de todos los colores estos días. No te digo nada del terreno, hay que prepararlo para que puedan transplantarse en pocos días las calabazas. Pero está muy mojado aún. En algunos sitios incluso te hundes al pisar.

Yo después de mis tareas en el huerto me dedico a recoger fotos de todo lo que me rodea en la finca. El segador sigue a lo suyo.






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